Ahora que llega el buen tiempo es época de bodas, el día mas importante para los novios, y un día que ninguno de los invitados podrá olvidar jamas.
Ahora que llega el buen tiempo es época de bodas, el día mas importante para los novios, y un día que ninguno de los invitados podrá olvidar jamas. Por esto, tener un buen reportaje de boda es importantisimo, aqui os mostramos algunas tendencias nuevas.
El uso de ciertos efectos lleva muchos años viéndose en todos los álbumes. Es más, antes de que la tecnología avanzase y las fotografías se digitalizasen muchos fotógrafos profesionales hacían su particular agosto con esos trabajos. Con pinceles eliminaban las marcas del polvo que hubiesen podido salir tras el revelado, intensificaban los tonos de los colores o eliminaban pequeñas imperfecciones de la instantánea. También era común el uso de filtros en el objetivo de la cámara para lograr efectos especiales, como difuminados. Se llego a poner tan de moda que el principal fabricante, lanzó modelos especiales para bodas.
Pero lo que desestabilizo a numerosos estudios fotográficos fue la aparición del todopoderoso Photoshop. Tras varios años usándolo en enlaces nupciales el balance es siniestro, pues muchos lo usan como auténticos terroristas del pixel. El argumento suele ser ofertar reportajes de boda «distintos».
Nuevas tendencias.
– Fotoperiodismo. Aumenta el numero de parejas que hacen reportajes de bodas como si fuera un reportaje periodístico.
– Trash the dress. Se ha puesto recientemente de moda hacer una sesión privada de fotos tras el enlace en el que los novios hacen todo lo contrario a lo que antaño estaba estipulado como el protocolo de boda, se dedican a rebozarse en el barro, nadar en una piscina, entrar al mar, o directamente prenderle fuego a los vestidos de los novios, algo que realmente ha causado polémica y hecho que muchos fotógrafos se nieguen a hacerlo.
– Making off. El vídeo es realmente una herramienta muy deseada por los novios para sus enlaces, por ello algunos optan por romper con lo establecido y rodar su vídeo con un tono mas desenfadado, haciéndolo en plan «making off».
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