En toda producción audiovisual que se precie se requiere el material básico, ente ellos la claqueta que os presentamos a continuación.
La claqueta es una pizarra, de factura más o menos sofisticada, en la que se anota una serie de datos que permiten identificar claramente cada uno de los segmentos en que se divide una producción audiovisual durante su rodaje.
En la claqueta deben poner, como mínimo:
– el título de la producción
– el nombre del director o realizador
– el nombre del director de fotografía
– la fecha
– el número de secuencia
– el número de plano
– el número de toma (una toma es cada repetición de un plano).
También puede incluir más conceptos como el número de la cámara (cuando se rueda con más de una cámara), el efecto de luz (día o noche), el número de fotogramas por segundo, etc.
En los rodajes en que se registra también el sonido, una barra de madera, articulada mediante una bisagra sobre la parte usada para las anotaciones, permite, mediante un golpe seco, la sincronización posterior de sonido e imagen.
Las versiones más simples de claqueta, como las utilizadas en los inicios del cine mudo, son simples pizarras negras de madera donde se anota la información con tiza. Los modelos más prácticos y modernos están hechos con diversos materiales plásticos sobre los que se escribe con rotuladores no permanentes.
El tipo más sofisticado es la claqueta electrónica, que incluye una pantalla en la que se muestra un código de tiempo que permite una fácil sincronización entre una o varias cámaras y el grabador de sonido.
Uno de los miembros del equipo de cámara coloca la claqueta frente a la cámara y se ruedan algunos segundos para que la información que muestra quede grabada en el soporte que registra la imagen.
En los rodajes con registro simultáneo de sonido (lo que se denomina sonido directo), la persona que maneja la claqueta mantiene en alto la barra articulada y, en el momento en que la cámara comienza a rodar, recita en voz alta el número de secuencia, el número de plano y el número de toma. Es lo que, en argot profesional, se llama cantar la claqueta. A continuación, con un movimiento rápido, golpea la barra articulada contra el borde superior de la claqueta, generando un ruido seco. Ese sonido es lo que se denomina clak (y de ahí el nombre de claqueta). Durante la pos-producción, un técnico busca en la imagen el momento preciso en que la barra golpea el borde de la claqueta. De igual modo, en la grabación de sonido localiza el ruido del golpe que se generó en ese instante. La coincidencia de ambos puntos le permite sincronizar la imagen y el sonido que fueron registrados por separado.
Contacta con A&G Producciones para cualquier proyecto o reportaje que tengas.